jueves, 28 de mayo de 2015

De como me siento a estas alturas...

Me encuentro en la semana 23 y según la aplicación de babycenter me faltan 116 días para estar en el parto... ¡Madres! que fuerte, la verdad es un tema que entre que me emociona, pero me da miedo, pues es algo desconocido para mi que ando estrenando en el tema de la maternidad. Mis doctores todos dicen que voy muy bien y la gente que me rodea al igual, me dicen que me veo muy bien para tener las 23 semanas de embarazo.

Que aunque estábamos planeando el embarazarnos mi marido y yo, recientemente nos mudamos a un departamento nuevo, y ¿por qué no? Decidimos vender todos nuestros muebles, incluyendo la cama, grave error pues ahora con esta panza que mide ya 96cm de circunferencia, es un show acostarme, si, ya sé... para el próximo mes o  tenemos cama o me quedaré dormida en silla :(

Pero pues sí, todo cambia; cambia que me veo al espejo de frente y no me siento tan mal, pero me veo de lado y me siento un bodrio; ya mi cadera se va abriendo con un diámetro de 106cm, que, siendo positivas, ese diámetro de cadera lo tenía cuando era una gorda y no por bebé, si no por comelona.

Lo que mas temo es que mis zapatos ya no me queden, pues dicen que te crece el pie y no regresa a su estado natural, otras dicen que te crece en el embarazo, pues se hincha; yo espero que ninguna de las dos me pase. Si, soy muy fan de comprarme zapatos y tengo algunos que no uso con tanta frecuencia pero que amo.

Mientras me mantengo haciendo un poco de caminatas y ejercicios de poco impacto, tratando de comer frutas y verduras, pero sin limitarme a uno que otro antojo que me da por gorda.

Extraño que al principio de mi embarazo me despertaba a las 5:30 de la mañana por la pipí y ahora me estoy despertando en mis horarios normales, entre 7:00 y 8:30 de la mañana, una delicia, pues me duermo entre 9:00 y 10:00 de la noche, me aviento mis buenas 10 horas de sueño, y con eso de que dicen "duerme, duerme" pues yo duermo y duermo. Bueno, a veces me sigue despertando a esas 4:00 o 5:00 de la madrugada por la pis, pero creo que mi cuerpo ya se acostumbro a deambular hacía el baño a hacer mis cosas.

Quien sí la sufre un poco es Lola, mi perrita chihuahua que tenemos desde hace como 3 años, quien ha sido como nuestra primer hija y a quien tenemos tan consentida que ni ella se la cree. Pobre, cada que me levanto ella despierta conmigo y ahora duerme más de lo común. Un día la saqué a pasear a las 7:00 de la mañana y me veía con ojitos de odio, se los juro.

Pero bueno ya me informe de qué se debe de hacer para cuando llega un bebé y se tienen mascotas. Básicamente es que si quieres a tu mascota como un hijo, le des trato como de hermano mayor, obvio no le vas a platicar, pero sí a dar a que huela todas las cosas nuevas del bebé, para que en el momento de que llegue el bebé no lo tome por sorpresa y claro, no restarle importancia a tu mascota. Les digo, como si fuera hermana mayor. Da tristeza enterarse que algunas personas se deshacen de sus mascotas, o que algunas tristemente mueren de tristeza por la llegada del nuevo bebé, pues ya nadie las toma en cuenta. Triste pero cierto.

En este tiempo transcurrido, no me puedo quejar, pues en mi primer trimestre no tuve desagradables malestares como vómitos o mareos, y sigo queriendo al marido, cosa que, platicando con una amiga, me cuenta que no le pasó, pues dice odiarlo ahora y no quiere ni que se le acerque. A algunas hasta el olor de los maridos les causa asco; pobres maridos... Siempre le digo al mío que debería estar agradecido por tener una mujer no tan loca, jaja

En este segundo trimestre, ahora sí me siento embarazada, pues botó la panza. Como les contaba, me ha costado trabajito acostumbrarme al bulto que sobresale de mi vientre, pero lo que sí puedo decir es que está padrísimo sentir los movimientos de mi bebé y que a veces esa pancita se deforma por la posición que tiene ella dentro de mi. Y aunque desde el primer trimestre ya platicábamos con ella, ahora lo hacemos más y más seguido, poniéndole música y cantándole composiciones que me invento. Dicen que nuestras indígenas acostumbran hacer eso con sus hijos, bonito ¿no? Y yo, pues les copié la idea.

Entre varios cambios que vienen a mi cuerpo y a mi sentir, he leído que es importante esto de disfrutar este trimestre, pues es el menos incomodo, ya que los últimos 3 meses están de lo peor por el tamaño de la barriga y por más cambios que se presentan. Les diré que ya no quiero leer tanto, pues a veces te dicen que pasarán cosas y nada de nada, no pasan.

Otra de las cosas que me he acostumbrado, es a vivir sin alcohol que aunque si bien no era alcohólica, sí me encantaba irme con mi marido a catas y cenas en la noche, cosa que ha cambiado pues aunque varias personas afirman que una copita no hace daño, escuchando en la radio comentaban que sí, en efecto no hace daño, pero que pensáramos que el cerebro desde que se concibe la criatura se está desarrollando y termina hasta que tiene 21 años, entonces ¿Como para qué tomar? Se escuchara súper ñoño de mi parte, pero mejor tomo agua. Digo, mucha gente lo hace y sus hijos son de lo más normales. A mí el tema del alcohol en los hijos me da no sé qué, y es que a los borrachos necios quién los soporta, una cosa es ponerse "happy" y otra es ser el intenso de la fiesta que todo lo arruina... o será que me está pegando la edad, me pregunto.

Lo que si es que he dejado de hacer varias cosas que hacía con frecuencia, como comer Valentina o cosas demasiado grasosas sin limitarme, también he dejado de tomar cosas light, por aquello de los endulcorantes y quimícos, dejé de ponerle Splenda y Stevia al café que ahora es descafeinado, y aunque ya no bebía refrescos, sí he mantenido la filosofía de si se me antoja mucho mucho, me lo doy porque si está cañón limitarse de tanta cosa, y también depende del doctor que te esté llevando y de sus recomendaciones. Como leí en algún blog por ahí, hay que dejarse llevar por los instintos, finalmente somos animales y todos tenemos un instinto o algo que te dice por aquí sí, por aquí no.


Y así los cambios que he tenido durante mis 23 semanas de gestación, y espero al final de este embarazo estarles contando mi experiencia y creo que, dentro de todo, hasta ahora no me ha ido tan mal.

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