martes, 29 de septiembre de 2015

En las ultimas

Pues sí, chicas, ya estamos en los últimos días de este embarazo e Iván y yo ya estamos esperando ansiosamente a nuestra hija.

El 3 de septiembre fuimos al doctor y como siempre, nos dijo que todo estaba muy bien, pero cuando empezó a revisar su posición, nos dijo que ya estaba lista y que a más tardar en unos 3 - 4 días ya estaríamos pariendo. Yo me emocioné porque ya me veía entrando en mi estado animal y porque por fin terminaría con tanto achaque de no dormir, el entumecimiento de manos y porque ¡ya por fin conocería a mi hija! 

Iván entró en shock pues empezó a estresarse por todos los pagos que tenía que realizar, lo que faltaba del hospital, el pediatra, los tamices, la perforación de orejas de la nena, los aretes, en fin ¡ya se imaginarán!

El problema de este hombre es que cuando se estresa deja de comunicarse y crea un mundo aparte. Al principio lo ignoré, pero como se iba poniendo peor, al siguiente día me contagió y ya en casa se armó la rebambaramba y obvio discutimos porque él estaba en su mundo de preocupación y yo preocupándome porque nuestra hija no naciera el 15, en pleno grito de independencia. Resultó que su compañía había dejado de pagarles a los empleados, e Iván traía ese pendiente atorado porque no salían los pagos, de lo cual yo no estaba ni enterada; para mí lo que pasaba era que no quería conocer a su hija. Bueno, un verdadero drama en mi cabeza…

Pasaron los días y aunque lo platicamos, yo inicié una serie de intentos desafortunados para que esta niña naciera; tomar té de canela, tener relaciones, chocolate con canela, panes con canela, tomar agua de coco que me recomendó la doula y nada… no pasaba nada. Además, como mi emoción era muy grande, les avisé a familiares y amigos cercanos que esta niña nacería en esa semana. Claro está que siendo la primera nieta, todos estaban a la expectativa y diario recibía alguna llamada o mensaje de alguien, preguntando “¿ya? ¿ya nació?” Ya para el jueves era un verdadero estrés porque esta niña no se dignaba a salir.

Ese día en la noche estallé en un llanto interminable porque no entendía porque no nacía, y entre tantas llamadas e intentos para animarla a nacer, no pasaba nada; bueno, ni contracciones sentía.

Platiqué con mi doula y me dijo algo muy cierto "por más intentos que hagas, la bebé nacerá cuando tenga que nacer" y fue ahí que me cayó el veinte. Esa misma noche, Iván, que ya estaba mucho menos estresado porque ya tenía fechas de pagos y se sentía más seguro,  me empezó a dar seguridad y a decirme que no me preocupara, repitiéndome lo mismo que me decía la doula. Esa noche le escribí a mi hermano y a mi cuñada que estaba estresada y que no molestaran (claro con un lenguaje más amigable) Apagué todas las notificaciones del celular, y decidí no entrar a Facebook. No contesté mensajes de ningún tipo, ni las llamadas de gente que sabía que llamaba para preguntar; me fui a visitar a Iván a su oficina, me compre una revista, me lleve mi laptop y aunque sus empleados me preguntaban por la bebé, todos fueron breves y también platicábamos de trivialidades. También estudié un poco y vi otro panorama.

Por la noche también salí de mi casa; invite a Iván al cine, comimos helado, me relajé y no pensé más en el tema.

El sábado me fui al centro a comer con mi hermano y unos amigos, fuimos a Azul Histórico (muy recomendable por cierto) que es un lugar muy lindo en donde hay varias tienditas de diseñadores mexicanos, aunque no compramos nada porque todo está carísimo. Me queda claro que es un lugar para turistas pues un vaso de peltre te lo venden en 40 pesos, cuando esas cosas valen como 10 pesos… en fin.

El domingo nos fuimos otra vez al cine y disfrutamos nuestro tiempo como pareja, y el lunes volvimos a ver al doctor quien nos confirmó que no se veía algún avance, pero que todo seguía en total normalidad.

Después de mi estrés y mis intentos, estoy clara de que no es cuando una quiera, es cuando la beba decida. Obvio yo ya la quiero conocer y bueno, ¡Iván muere por verla! pero será para cuando ella elija. El 20 de septiembre es cuando cumplo mi semana 40, así que esperemos que sea por esos días, pero ella sabrá.


Seguiremos informando...


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